Mi abuela amasaba pan todas las semanas. El mejor.
También nos tocaba canciones y se acompañaba de los nudillos en la tabla.
De tres frases que soltaba, dos eran refranes o chascarrillos.
Conocía más de doscientas plantas y sus usos.
Mi abuela me enseñó a tejer.
Mi abuela era bruja, era sabia y era alegre.
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