Estuve, estoy y estaré.
en átomos solidarios
que van, vienen y van.
Volveré alada de palabras,
en tu recuerdo, en el cielo, en el mar.
Estaremos siempre.
La oscura energía
hará grandes a los sueños,
aunque todavía la gravedad
nos retenga en su seno.
Bailaremos en la inmensidad
de caprichosos enlaces.
Ahora lo sabemos.
El uróboros. Un símbolo poderoso.
ResponderEliminarLa idea del eterno retorno, la renovación, el ciclo, desde luego, la relación entre lo espiritual y lo material, o pensamiento y lenguaje ¿verdad?... La serpiente que se engendra e insemina a si misma, que se consume y se consuma en ella.
Yo soy más modestillo, más cobarde si quieres. La serpiente me intimida más que, por ejemplo un gusano, y en muchos aspectos su fuerza simbólica me atrae más, aunque no en el sentido del Silencio de los Corderos, espero...
Un abrazo ;-)