Gracias, Laly, me llevaste lejos, más allá de cualquier origen, a la primavera primera, cuando todo fue hecho. Me vi en un instante sufrido y esperanzado junto a Penélope, al hilar; enamorado y culpable junto a Ariadna, devanando fuerte el ovillo; envanecido, y transformado en el rostro de la vanidad, junto a Aracné, que seguirá soñándose mujer; inconmovible y viejísimo, urdiendo el destino junto a las Moiras; y más allá, alimentando la música, el color, la forma, las palabras, junto a la Mano que Todo lo Escribe... Y éste es Su otro Nombre, también, tú me lo has mostrado.
Gracias otra vez, esta noche dormiré como un niño.
"La Palabra Hilandera..."
ResponderEliminar¡Tal es la Trama!
Gracias, Laly, me llevaste lejos,
más allá de cualquier origen,
a la primavera primera,
cuando todo fue hecho.
Me vi en un instante sufrido y esperanzado
junto a Penélope, al hilar;
enamorado y culpable junto a Ariadna,
devanando fuerte el ovillo;
envanecido, y transformado en el rostro de la vanidad, junto a Aracné,
que seguirá soñándose mujer;
inconmovible y viejísimo,
urdiendo el destino junto a las Moiras;
y más allá,
alimentando la música, el color, la forma,
las palabras,
junto a la Mano que Todo lo Escribe...
Y éste es Su otro Nombre, también,
tú me lo has mostrado.
Gracias otra vez,
esta noche dormiré como un niño.
Tu textil texto, José Antonio, es una maravilla. Sería complicado expresarlo mejor.
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