ARQUÍLOCO
Conozco del erizo la elegancia
que sueña tras sus puertas infinitas
y calla para sí su negra cuita
morando el potosí en alternancia
con la humildad que marca la distancia
entre la flor fecunda y la marchita
dando a la vida aquello que nos quita
restándole a la muerte su importancia.
¿Qué estaré haciendo mi última jornada?
Amarte más con el último aliento
volver al todo aún siendo la nada
ser río, lluvia, fuego, tierra, viento
ser eterna en el verso que sostienes
donde late el péndulo que va y que viene.
estás haciendo un magisterio de sonetos...
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado Blanca Andreu (que, por cierto, estudió en la Universidad de Murcia Filología Hispánica, vivió muchos años en Orihuela adonde vuelve con cierta frecuencia) :)
Vaaaya! Conexiones siempre!
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