Volvemos sin remedio a la tierra
sembrándola de recuerdos y de dones
de vino con amantes, de perdones...
De nuevo serán río, lluvia, sierra
las flechas que nos alcanzaron el pecho
esos sueños que soñamos despiertos
lo que fue edén y también fue desierto
lo que sació nuestra sed y fue techo...
Los manantiales que manan del alma
y dan alas a la vida con el agua.
Entonces, se teje la trama ardua
que cuenta el fin y el principio y empalma
alfa con omega y la luz de este mundo
con el todo, el infinito y la nada,
negro y blanco bajo raíz cuadrada
caballo grácil, alfil iracundo.
La libertad no conoce fronteras,
pero sabe de límites ajenos
ofrece bondad a los sueños buenos
huye de las alas no verdaderas.
Todo acaba y vuelve a empezar un día
vuelven los textos tejidos a besos
vuelve la risa, libertaria de presos
vuelven los versos que hilan la alegría.
Aceptemos al fin nuestro destino,
nacer, crecer, desaprender, la muerte
para volver de nuevo a ser simiente
y esperar que la uva se haga vino.
Aceptemos la telúrica suerte.
Mientras...sientepensemos, que es hermoso,
continúa el azar siendo donoso
con lo que sembré, con lo que me viertes.
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A mi padre y a mi abuela; él me enseñó a soñar, ella me enseñó a tejer esos sueños.
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