jueves, 7 de julio de 2011

RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN

El sol es la ardiente fuente que provoca las ideas eternas en vaso mortal.

2 comentarios:

  1. ;D
    La imagen es primorosa, desde luego. ¿Un vaso medio vacío o medio lleno?
    Hace mucho mucho tiempo (uff de veras mucho), recuerdo haber escrito sobre el oficio de vidriero, en lo mismos términos. La imagen del vidrio me conmovió profundamente: no es sólido, es un líquido sobreenfriado, es decir: no es sólido ni líquido; proviene de una mezcla de arenas, como nosotros provenimos de ése barro primordial; precisa del concurso de los cuatro elementos, más el quinto, el vacío, que le proporciona la forma, el destino; ¿quién juega con quién en el caso de la luz y el vidrio?; tiene su propia voz... Etc. Recuerdo haber establecido mil semejanzas entre el maestro vidriero y el demiurgo. Todavía debe estar por ahí. Lo buscaré. ¡Gracias por recordármelo!

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  2. Jajaja, ésto escribía:

    X

    El cristal es un líquido.
    Un cuerpo de sustancia si cabe escurridiza.
    Sólo la luz lo traiciona. Me dijeron.
    Un diálogo natural con lo invisible,
    Algo interpuesto entre mis ojos y los del mundo,
    Y sólo la sombra lo traiciona. Eso respondí.
    No sé cuál es ese tibio velo de sustancia,
    Ese verbo clarificado en manos de talladores,
    Pero hasta la lluvia se solaza
    Cuando escurre.
    Alas de cristal para los sueños.
    Cristales las crisálidas del alma.
    Templo devoto de la luz y del tintineante silencio.
    Si me acerco al maestro y le pregunto,
    Cuando coge esa materia y la tornea,
    Lo veo sonriendo.

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