No existe esponja para lavar el cielo
pero aunque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre te faltaría un pájaro en silencio.
No existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una palma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras por fin cómo es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón.
No existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y pronósticos
y comprobaras que no es tan difícil
siempre te faltaría el pino del crepúsculo.
Eso porque se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegues al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino.
MARIO BENEDETTI
FOTO DE ANTONIO MARTÍNEZ |
El todo es alcanzar pequeñas nadas
ResponderEliminarCarpe diem!
ResponderEliminar¡Tomad los cielos mientras podáis!
El tiempo, veloz vuela.
El cielo que hoy admiráis,
mañana lacrará una cancela.
Cuento con el "aunque sea impetuoso y desgarrado", que también nos hace libres, por más que el cielo de cada uno sea el cielo perfecto, me basta. Sé que puedo sentirme pleno con el cielo que cabe en un charco.